RABIOSA ACTUALIDAD: ¡NOS QUEDAMOS SIN GIN-TONICS Y PELIGRAN LOS REGALOS NAVIDEÑOS!

Cierto es que en las últimas semanas estamos participando, quien más quien menos, de esta situación que empieza a abrir los telediarios. Comenzó siendo la crisis de los microchips del sector de la automoción y parecía un problema acotado, pero, como casi siempre, este sector era la avanzadilla de lo que estaba por venir. Coches con plazos de entrega de 10 meses (pero también bicicletas, camiones y tractores), dispositivos electrónicos que a lo mejor no llegan a tiempo para el deseado regalo de Navidad, pero también muñecos y coches teledirigidos, y ¡hasta las sillas de la playa para el verano que viene peligran!

Lo cierto es que nos encontramos ante una situación realmente compleja y relativamente nueva en las últimas décadas: ¡el suministro no está garantizado!

Muchos son los factores que hacen que se den estas situaciones: Brexit, incremento del consumo tras COVID, bloqueos de los puertos, falta de contenedores hacia Europa… algunos son causas y otros están demasiado enmarañados para distinguir si son causa, consecuencia o ambas.

Y es que las cadenas de suministros actuales son tan globales (y largas) que te pueden afectar como importador de producto terminado, producto intermedio o materia prima, pero es rara la cadena de valor que no se ve afectada actualmente por estos problemas.

Está claro que visto así es una gran AMENAZA que nos tiene a todos desconcertados. Sin embargo, desde nuestra perspectiva de conocimiento de muchos sectores, de muchos productos, en muy diversas situaciones se ve también una gran OPORTUNIDAD.

Ante la dificultad de poder traer mercancía de países de “bajo coste” debido a la escasez de contenedores y el alto precios de los mismos (+300% de subida en algunos casos), muchos importadores de bienes de consumo están buscando proveedores más cercanos y con mayor flexibilidad, retrocediendo el camino andado hace aproximadamente dos décadas, cuando buscaban producir y/o aprovisionarse en países de bajo coste.

Muchas empresas con las que trabajamos se están encontrando con un crecimiento inesperado en este año 2021. Sus clientes (tras el incierto 2020) han despertado y han incrementado sus pedidos en parte para incrementar stocks y estar cubiertos ante una previsible falta de suministros; y en parte porque están cambiando su mix de procedencia de los productos hacia proveedores más cercanos. Incluso nuevos clientes están llamando a la puerta. Aquellos en los que producir a bajo coste había sido una estrategia, ésta deja de ser rentable cuando el coste del transporte se dispara y los retrasos en las entregas llenan el negocio de incertidumbre.

Por lo tanto, toca estar atentos, pero sobre todo toca replantear a medio plazo nuestras cadenas de suministro, buscar le eficiencia a través de la eliminación del desperdicio de las mismas (proveedores más flexibles, más cercanos, de mayor garantía…) más allá de pensar sólo en disminuir el coste de las compras.

Así que tenemos que estar atentos para transformar esta gran AMENAZA en una gran OPORTUNIDAD.

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